MIMISMA

Tan difícil es autodescribirse como tan difícil es esquivar hablar solamente bien de uno mismo.
Que el parecer quede en cada una de las apreciaciones de mis lectores

enero 26, 2007

Madre infantil


Algo que no alcanzo a comprender y me llena de compasión es la maternidad temprana. Aquélla cuyas niñas recien experimentando sus cambios de crisálida, encuentran de pronto en sus vidas, otra vida, concebida aún en la inocencia, o por asalto.
Me conmueve, me enerva.
No han terminado la etapa de la dependencia cuando comienzan la tremenda responsabilidad de una crianza.

Inspirado en estos casos, el poeta MARIO CAPARRA Mención de Honor) en su último libro Último Tango en parir con el que participó en la 2° Maratón Cultural,publica el poema que transcribo.
Poema que tiene la queja profunda del ser humano crítico que se alza la voz por encima de las escorias humanas para poner en primer plano a víctimas de los tiempos que corren.

SANGRE EN LA SEMILLA

aún era una niña
las piernas tibiecitas
el olor a mamá en el guardapolvos
cuando nos contó
que sentía
como pajaritos en la panza
logró conmover a alguna gente
a mucha le pareció lo más normal
y nosotros mirándola
entre la caricia y el arrorró

el caso es que los pajaritos
salieron volando un día
descosiendp
su exquisito vientre de madre prematura
de herida absurda
que la va dejando
sola desde el ave a la semilla

los años de la infancia pasaron
pasaron/y una regla fría
midiéndola
hasta el hondo bajo vientre
en que todos los caminos se pierden o se olvidan

puede vérsela en las calles casi siempre
pero nadie quiere
hay algo monstruoso en ella
brillando en una lluvia
que mojándola nos moja

el viento vuela
las hojas podridas de su frente
y ya nadie la cocina con los ojos
ni nosostros ni nadie
le va haciendo el corazón hoja por hoja

los arrorrós se volvieron en su contra
y le cortan la sonrisa como un tallo
nadie junta los pañuelos ni sus pétalos
es monstruosa su belleza
de lluvia

El libro Último tango en parir, llegó a mis manos por quién tuvo a cargo su diseño, diagramación y armado, un talentoso periodista y artista plástico :Mario Guillermo Quinteros a quién me une una sostenida amistad desde los tiempo cuando era mi alumno en la escuela secundaria.

27 comentarios:

Diana L. Caffaratti dijo...

Amigos:
Ignoro porqué dos de los links incluídos en el artículo (los centrales -2° y 3°-) no los lleva a la página. He chequeado cada uno de los signos y aparentemente están bien.
De todos modos, son de referencia. Pero no se pierdan el último referido a Mario Quinteros.

CILENCIO NO SE CALLA dijo...

nena, no te preocupes por las madres niñas... tienen a toda la iglesia católica defendiéndolas, incluso del hiv, aconsejándolas que utilicen la castidad, como medio anticonceptivo...
sos tan tierna,y pura, que me gustaría darte un beso en la mejilla... pero te lo envío virtual, y en Cilencio

Diana L. Caffaratti dijo...

Cilencio:
Primera vez que me desilusiona tu comentario, cilencio querido.
Quiero creer que es simplemente una humorada agria para soslayar teme tan profundo.
De las niñas que yo hablo, son aquellas aprisionadas en culturas - no marginales - sino aún aisladas por un montón de circunstancias.Son las niñas del país que no vemos, las de ancestrales costumbres inimaginables para nosotros ciudadanos de otros contextos... En colaboración en una tesis sobre "El vínculo madre hijo en la mujer de zonas de........" profundicé junto a la autora la investigación que abarcó amplios ámbitos y puntos de vista... Lo visto y oído fue un despertar doloroso y profundo.
Más allá de la castidad de la Iglesia católica, están las pésimas políticas hospitalarias y de salud, la ausencia de educación, la cultura machista, los prejuicios, la existencia de leyendas que justifican el estrupo, el hacinamiento, el aborto.
No importa, cilencio. Te sigo queriendo. EN la diversidad de pensamiento nos enriquecemos todos.
Algo más:
LA iglesia tiene un doble discurso: defiende y amenaza con castigos eternos.Debieras escuchar sus discursos en lugares donde "señorean" su evangelización...

CILENCIO NO SE CALLA dijo...

Diana, lamento desilusionarte, pero eso que dices, también lo sé, pero siempre trato de pegar donde está el enemigo mayor… y las religiones, son lo más retrógrado, machista, imbécil, por usar eufemismos… y no te dejan salida, porque te lavan el cerebro desde que naciste. Contra la violencia, si no te aterrorizaron al infinito, tienes posibilidades de luchar… Irak, Vietnam y Corea lo prueban, entre miles más… y lo de las culturas distintas, no sabía que hablabas de eso, son lo mismo, pero con más ignorancia, pero no menos superstición. Y si hablamos de ancestrales, ¿cuántos años tiene la católica? ¿Y de cual es hija? ¿Y la musulmana, salió de un huevo? ¿Y que las mujeres no pueden ejercer ninguna ceremonia cristiana, como tan solo bautizar, comulgar, confesar, casar, eso no viene de una religión que hasta el año mil, las féminas no tenían alma, y era hijas del demonio, tentación potenciada? ¿Acaso aún no hay 60 –sesenta –sacerdotes en El Vaticano, especialistas en exorcismos? ¿Y acaso lo que pasa en las villas del Gran Buenos Aires, no es otro contexto? Veía en el hospital donde trabajaba mi hijo, montones de niñas de 13, 14 años, paupérrimas, sobre todo en la era del menemismno, embarazadas y no preguntes por quién. Te juro que no como vidrio molido, que conozco demasiado a mi país, trabajé en Villas Miserias, y enseñé en el Instituto Borchés y el Pizarro, en Capital Federal, pertenecientes a minoridad y familia, con niñas de 6 a 17 años, y no preguntes porque estaban ahí. Y conozco las fabelas de Río por dentro. ¿Y los padres de clase media, que no hablan de sexo con sus hijas, o se hacen los boludos, sin tratar de saber en que andan, no son otro contexto? ¿Y los padres también clase media que se separan y de su hijas les importa un carajo, y ya no de hablarles o protegerlas, sino de no enviar un peso para la manutención, de que contexto es eso? No hace falta fijarse en los aztecas sacrificando vírgenes para que salga el Sol todos los días, para ver estupidez humana. ¿O los colegios religiosos oponiéndose a la educación sexual seria, no están cerca de Torquemada? ¿Por qué te crees que no siendo feminista, estoy a favor de las mujeres, como lo estoy a favor de los niños, nenas y nenes…?
Nada más, porque me vas a odiar… te quiero igual, por tu pureza absoluta, y jamás trato de soslayar nada.
Y te dejo un beso en Cilencio, y me agradaría que contestes esto, donde quieras y cuando quieras, tú y cuantos más quieras…

CILENCIO NO SE CALLA dijo...

Diana, te estoy esperando... va un gran beso en Cilencio...

Trini Reina dijo...

Yo también siento tristeza al verlas. Toda la infancia, en muchos casos, y la adolescencia perdida... Porque desde que se engendra a un hijo se comienza a sufrir y siempre hay tiempo para esos comienzos...

Un abrazo

Goldfinger dijo...

Tema delicado donde los haya, si. Conozco algun caso y me entristece, pero la vida tiene estas cosas.

Saludos

Diana L. Caffaratti dijo...

De vez en cuando, cilencio querido, es bueno recibir de los amigos la discrepancia expresada en el diálogo vehemente y que además puede abrir puertas y poner luz en donde no la hay.
Creo que sí, que las religiones son las que han ido armando "a piaccere" el desarrollo de la humanidad, y que en contubernio con los diferentes gobiernos y organismos de poder nos han hecho llegar a dónde y cómo estamos.
Pero extraídos de esa realidad están esos casos puntuales como los que inspiró la poesía que nos ha traídos a esta discusión.
Lamentablemente, parece que siempre fue así8y sigue siéndolo porque cuidan mucho de que los desequilibrios continúen) : el hombre aletargado en un oscurantismo que favoreció el desarrollo de perversas intencionalidades. Está bueno denunciarlo, sacar afuera la rebeldía que pueda causarnos semejante estupidez. Pero yo quiero reconocer que muchas veces, a algunos, nos queda un dejo de resignación al creer que siempre seguirá así: unos pocos preclaros que cantan las verdades a los cuatro vientos y otros tantos que se enfilan en las líneas de los que dictan cómo debieran ser la cosa so pena de muerte, infierno, "desparaísados" y cosas por el estilo.
Uno se da cuenta de ello a medida que pasan los años, que lee, que se roza con gente que tiene mucho más mundo que uno...Pero los infelices, siguen estando. Y con un manotazo o una decisión no se les puede cambiar la realidad.
De hecho, no me desilusiona tu pensamiento que tiene coherencia con la persona instruída y sensible que percibo en vos, sino que venía precisamente porque - con lo impulsiva que soy - sin pensar demasiado,me dio el miedo de que por esas causas que tan claramente conoces te cegara reconocer el dolor de la inocencia perdida precisamente por todo ese complejo e histórico caudal de responsables que declaras.
Ya antes que me contestes,segundos después de lo que dejé escrito a partir de tu comentario, acepté que conoces la realidad tanto o más que yo. Y que te enerva saber las causas, y que te salió el indio de adentro pero que dirigió bien la flecha y pegó en el blanco... En ese que, sin olvidar, trato de hacerle un paréntesis para no sentirme peor de lo que me siento cuando , por ejemplo,voy a la escuela y se me desmaya un niño por inanición (eso me pasó cuando era muy jovencita y pagada de mí misma. Iba a la escuela ataviada como una reina - igual que Evita - La lección me pegó como un cachetazo)y tengo ganas de salir embanderando mis quejas o por el contrario, deprimirme sintiéndome impotente.A partir de ese momento empecé a comprender muchísimas cosas; entre ellas, la indignación parecida a la tuya , que predicaban mis padres.

No te voy a odiar, cilencio, de ninguna manera.
Al fin y al cabo, estamos en la misma. La poesía que elegí era, precisamente para movilizar al hombre humanista que debiera haber dentro de cada ser humano, y manifestarlo sin límites...
Y ahora no me vengas con definiciones históricas de humanismo porque entonces sí te voy a odiar . No qué va.
Un beso para nada cilencioso, por rebeldía no más, para tí.

CILENCIO NO SE CALLA dijo...

Diana, te quiero.
un beso en Cilencio.

Diana L. Caffaratti dijo...

palabras errantes:
Cuántos somos los que andamos por la vida acompañando las desgracias? y qué pocos resultamos!

Diana L. Caffaratti dijo...

trini: bienvenida.
Ya cuelgo el link en mi listado; no sólo aquí sino en
http://encuentrocomentario.blogspot.com

Diana L. Caffaratti dijo...

goldfinger:
También seas bienvenido.
colgaré el link a tu sitio.

Dani González dijo...

ufff... un tema muy delicado y a la vez muy extenso.
Me entristece tu post, esta vez...

sigo leyendote
saludos cordiales

. dijo...

Pués sí Diana que es muy triste y lamentable. Me has hecho llorar, la verdad que no es muy difícil porque actualmente estoy muy sensible a las lágrimas y todo me parece muy tierno.
La verdad que siento indignación por las personas que teniendo en su mano la protección para seres débiles como son nuestros niños, se crucen de brazos y con su silencio entren en la peor complicidad con los abusos a nuestros seres más vulnerables.

Te dejo otro fuerte abrazo por acá.

bohemiamar.

CARLOS ARTURO GAMBOA dijo...

Diana el drama pasa, a mi modo de ver, por la cultura del cuerpo, primero nos enseñaron que cualquier forma de goce era un "pecado" y cuando se develó el manto de este oscurantismo caimos en la cultura del derroche de las emociones, de esa manera el cuerpo femenino como vehículo comercial terminó por volverse un medio tras el fin de la venta, dejando de lado la importancia del cuerpo como característica fundamental del desarrollo humano individual y colectivo...es decir se pasó de un beatismo malsano a una promiscuidad perversa, en donde no hay goce sino derroche de juventud...no quiero sonar moralista, más bien ético y el cuerpo es el locus donde se desarrolla la ética.
Lindo poema... y aterrador...
Saludos

Diana L. Caffaratti dijo...

danny:
Escribo con una tristeza mayor de la que pueda causar el poema que he compartido.
Tengo este desliz de contarlo porque me pesa demasiado en el alma. Pero sé, que el tiempo me ayudará a volver estar con la paz que suelo disfrutar.
Agradezco tu paso por aquí.

Diana L. Caffaratti dijo...

bohemiamar:
Tanto los pensamientos de cilencio, cargados de deseos de justicia como los otros compadecidos de manera inmediata tienen el valor de darnos cuenta que las cosas debieran ser de otra manera.

Diana L. Caffaratti dijo...

carlos:
sí. Lo que dices es una de las tantas aristas del problema.

Anónimo dijo...

Diana y Cilencio: Da gusto entrar en vuestra discusión. Quiero deciros cuánta razón lleváis. Pero este tema de las mamás niñas me pone muy triste. Mucho.
Os abrazo y volveré con más ánimo

Diana L. Caffaratti dijo...

manuela:
siempre te espero por aquí y por mis otros blogsd...

Laura dijo...

Querida Diana:
cuando mi abuelita estaba en el hospital siempre pasaba por maternidad y me ha asombrado la cantidad de niñas-madre, que parecían jugar a las muñecas con su hijito.
El poema es conmovedor y muy pero muy dulce ante tan conmocionante experiencia.
Te dejo un abrazo y una felicitación por este regalo.

Héctor Jorquera dijo...

lindo!! por el tema y por la sutileza, y lindo que promuevas orgullosa a tus ex alumnos que apoyan y trabajan en el arte y nos recuerdes esta realidad global. Abrazos desde el Sur

Diana L. Caffaratti dijo...

laura:
nos conmueven las realidades de la injusticias y nos perturba lo pococ que resulta la acción que podamos hacer por derrocarlas.

cieloazzul dijo...

He leido con el corazón estremecido, sin dejar de imaginar a mi hija de 13 años que ha empezado a sentir pajaritos en el estómago...
ays!!!
Mil besos !!

clica no play dijo...

mucho bueno;)

Diana L. Caffaratti dijo...

Cieloazul:
Ya he pasado por esa etapa... Y se nos ponen temblores y miedos, pero hay que dejarlos vloar... Ya lo dijo tan bien Kalil Jibran: "Tus hijos no son tus hijos/ son los hijos de la vida...!"

Diana L. Caffaratti dijo...

este e meu corpo.
BIENVENIDO! y gracias!